Los romaníes y la mentira del universo

En España ocurren los primordios de toda una odisea de alegrías y sinsabores de la etnia romaní protagonizada sobre todo por Barbara Makelín, una chica solidaria con la libertad de su raza y en la superación de ella misma; desenvolviéndose en una maraña de sueños e ilusiones apoyados en sus conocimientos esotéricos que al final conjuntamente con todo lo que viene observando y conociendo del mundo se da cuenta que se tratan de verdades a media y hasta mentiras.

Su bisabuela, Lolita Amara, la patriarca del clan de las ultimas gitanas itinerantes del planeta, imprime en todos sus descendientes sus costumbres, alegrías y pesares, producto de la marginalidad, persecuciones y abusos sufridos en carne propia por los ostentadores del poder.

Cuando uno de ellos se obsesiona en poseerla y engendrarle un ser que resulta ser un monstruo de cuatro ojos, que al nacer habla del futuro que ocurrirá, conjuntamente con los presagios de un nigromante, la carta astral de su madre y la forma como acabó con el tirano, cuyos designios fueron pronosticados, conociéndose que todo aquello significante para ésta etnia tenía un propósito y un resumen de lo que serían ellos, todo aquello muy bien concebido y que resultara como arte de magia de su proceso de tradición oral, que recitaban desde el pasado como si fuera un poema del mahabaratta, pronosticándose el nacimiento o triunfo de los herederos de dicho clan y el descifrar de muchas mentiras que parecieran verdades y muchas verdades que parecieran faltas en un universo en proceso de descubrir.