Julio Rilo
Ferrol, 1990
El hecho de que nunca quisiera ser una persona especialista en nada, sino que pretendiese conocer lo suficiente de cada cosa como para poder hablar con cualquier persona de distintos temas, es uno de los principales motivos por los que Julio Rilo siempre aspiró a convertirse en un narrador de historias.
El escritor gallego (Ferrol, 1990), que siempre fue un fanático del cine, un amante de la música y un lector voraz de cualquier cosa que pasara por sus manos, comienza con Los irreductibles el desafío de convertirse en alguien con el privilegio de vivir haciendo lo que le gusta, de vivir haciendo aquello que haría en su tiempo libre... si tuviera. La novela ofrece una visión de lo que puede estar por llegar en su incipiente carrera, ofreciendo una visión sobre los temas que suele tratar el autor en sus otros trabajos, como pueden ser la pérdida de la identidad, los conflictos internos, las motivaciones que nos empujan hacia las direcciones que acabamos siguiendo y la honesta búsqueda del «yo» como primer paso para alcanzar la felicidad.