Cielo en Verso
Gandia, 1994
Desde pequeñita, Minerva fue más madura de lo que debería, muy introvertida y tímida. Tuvo su primer desamor a los dieciséis años y desde entonces el papel y el boli fueron su mayor aliado. Con el paso de los años y gracias a un F.P. de Comercio y Marketing su vida dio un vuelco, superar sus miedos se convirtió en todo un reto. Con el tiempo todo aquello desapareció y se convirtió en una chica muy espontánea, bondadosa y cariñosa. Siempre busca lo mejor de la gente, le encanta sobre todo hacer sonreír a los demás. Empatiza mucho con las personas, ponerse en su piel podría ser su mayor defecto o su mayor virtud. Entre estas páginas vais a conocer su yo más profundo que pocas personas llegan a conocer de ella y lo más importante, conseguir que nosotros sus lectores nos pongamos en su piel.